martes, 2 de septiembre de 2014

Cómo debe ser la cuna del bebé

Cuando el moisés o la minicuna sean demasiado estrechos y cortos, habrá llegado el momento de
pasar al niño a una cuna. ¿Qué requisitos debe cumplir su cunita?
Cuando son pequeñitos, los niños duermen muchas horas, por lo que es indispensable garantizarles
un buen descanso. En los primeros meses, algunos papás eligen un moisés o una minicuna, mientras
que otros optan ya, directamente, por una cunita. Eso sí, cuando el niño cumple tres o cuatro meses,
se le debería pasar a una cuna.
Te explicamos las características técnicas que debe tener la cuna para ser segura, cómoda y práctica.
Las barandillas
Para garantizar una adecuada protección y estar de acuerdo con las normativas europeas, las
barandillas deben:
• Estar dotadas de barrotes que estén separados entre sí por una distancia comprendida entre los 4,5
y los 6,5 centímetros; ésta es la distancia de seguridad para que al pequeño le sea imposible meter la
cabeza entre los barrotes y pueda hacerse daño.
• Tener un mínimo de 60 centímetros de altura, calculados desde cualquier punto susceptible de ser
utilizado por el bebé para ponerse de pie.
• Ser lisas y no tener elementos a los que el niño se pueda agarrar.
El somier
Lo más importante es que sea sólido y rígido, es decir, que sea indeformable, para favorecer un
desarrollo sano de la estructura ósea y muscular del pequeño. Los tipos de somieres que hay en el
mercado son los siguientes:
• De tela metálica. Ha de ser de buena calidad porque, con el tiempo, puede tender a encorvarse y,
después, ceder. También debe resistir la corrosión.
• De láminas de madera. Deja pasar el aire a través del colchón y garantiza un buen apoyo, ya que
muy difícilmente se deforma.
• De una sola tabla de madera. Ésta debe ser lo suficientemente gruesa como para sostener sin
problemas el peso del niño.
El colchón
No ha de ser demasiado blando ni ceder bajo el peso del cuerpo. Debe ser rígido, uniforme y
confortable; ello significa que debe adaptarse a las curvas del cuerpo, siguiéndolas, pero sin
acentuarlas. Los colchones pueden ser:
• De muelles. Es el más utilizado. Se mantiene bien si es de buena calidad.
• De fibra natural, es decir, de lana, algodón (más difundido) o de espuma de látex.
• De fibra sintética, expresamente estudiada para este uso.
Respecto al grosor del colchón, éste depende de la edad del niño:
• Un colchón de gomaespuma de tres o cuatro centímetros de grosor, apoyado sobre un somier
rígido, es apropiado para un recién nacido.
• Un colchón destinado a un niño de dos o tres años debe tener, por lo menos, seis centímetros de
grosor.
• El relleno se ha de poder controlar, por lo que el colchón se debe poder abrir para ver su interior.
El colchón se deberá cubrir con un forro que se pueda sacar y limpiar con facilidad.
Los materiales y los barnices
Es fundamental que las cunas estén construidas con materiales atóxicos y antiirritantes. Asimismo,
deben estar en perfecto estado, y las partes metálicas han de ser resistentes a la corrosión. Los
materiales más comunes que se utilizan en la fabricación de cunitas son:
• La madera: la más empleada es la de haya natural o aquélla pintada con barnices o lacas.
• El metal: las cunas de metal son de hierro latonado, es decir, manipulado para que parezca latón y
esmaltado en colores.
• La pintura: los barnices y las lacas deben ser atóxicos, al igual que los esmaltes.

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