Dejar de fumar en el embarazo es posible. Te damos algunos consejos para dejar el tabaco en el embarazo. Si estás embarazada, debes dejar los cigarrillos, ya que puede ser muy perjudicial para el desarrollo del feto.
El tabaquismo es uno de los principales problemas de salud pública. De los más de mil millones de fumadores que hay en el mundo, el 20% son mujeres, muchas de ellas, embarazadas, que no dejan el tabaco siquiera en su estado.
Cabe subrayar los riesgos reales que el tabaquismo, una de las principales causas de muerte evitable, conlleva tanto para los fumadores como para aquéllos que respiran el humo de otros. El consumo de tabaco origina enfermedades asociadas como ataques cardiacos mortales, accidentes cerebro-cardiovascular, cánceres, enfermedades respiratorias, entre otras. Patologías que cada vez son más frecuentes en las mujeres, ya que la prevalencia del consumo de tabaco en el sexo femenino va en aumento, así como la edad de comienzo.

Proteger a las embarazadas y los niños de los perjuicios del tabacoLos no fumadores tienen derecho a respirar un aire que no esté contaminado por humo de tabaco y, por consiguiente, no atente contra su salud. Los grupos de población especialmente susceptibles al incremento del riesgo deben ser protegidos: en estos grupos, se encuentran los niños, las embarazadas, los adolescentes, las personas con enfermedades respiratorias, etc.
Dejar de fumar
en el embarazo es difícil pero no imposible. Si eres fumadora, estás embarazada y has decidido dejar de fumar, te damos algunos consejos para que tu embarazo se desarrolle de forma sana y saludable, lejos del tabaco. Seguramente, si has decidido dejar de fumar, encontrarás ayudas de todo tipo para lograr alcanzar tu objetivo. Puedes orientarte, por ejemplo, hacia la homeopatía o las flores de Bach, recurrir a las terapias de grupo, buscar apoyo en los especialistas, dirigirte a tu médico de confianza o a amigos que han conseguido dejar este hábito. 
​Consejos para dejar de fumar en el embarazo:
• Cada vez que vayas a comprar tabaco, limítate a comprar únicamente un paquete.
• Después de haber fumado un cigarrillo, deja el paquete en otra habitación, de modo que tengas que levantarte si deseas fumarte otro.
• Saca el mechero o las cerillas del bolso, y déjalos siempre en casa.
• Antes de encender el cigarrillo, respira tres veces. Después de cada calada, deja el cigarrillo en el cenicero.
• Vacía el cenicero después de haber terminado el cigarrillo y no lo dejes al alcance de la mano.
• Apaga el cigarrillo tras la primera calada, después vuélvelo a encender; fúmalo sólo hasta la mitad.
• En casa, fuma solamente en una habitación, y no en tu lugar favorito, sino en uno que te resulte incómodo. No fumes nunca más en la cama, ni por la mañana ni por la noche.
• Busca el apoyo de familiares y amigos. Procura realizar actividades en las que no se permita fumar, como ir al cine o al teatro, y pasar más tiempo con los amigos que no fuman.