martes, 2 de septiembre de 2014

Spa y embarazo: los tratamientos que hay que evitar

¿Estás embarazada y piensas en hacerte un tratamiento spa? Es muy importante que sepas que debes
evitar algunos tratamientos y que otros requieren mucha cautela.
Durante el embarazo, son muchos los tratamientos permitidos que se pueden hacer en un centro
wellness o spa y no es correcto pensar que la embarazada deba evitar cualquier manipulación por
temor a hacer daño al niño. Pero también es cierto que hay que seguir una serie de precauciones.
Por ejemplo, por cautela, durante el primer trimestre de embarazo, es mejor evitar realizar cualquier
tipo de tratamiento en un spa. A partir del cuarto mes, sin embargo, se puede elegir entre las
diferentes propuestas estudiadas expresamente para las futuras mamás, siempre dando prioridad a la
delicadeza y al respeto por el bebé. Por ello, nunca hay que tocar la barriga de la futura mamá.
Baños en la piscina de agua termal
Los baños en aguas termales están permitidos pero hay que prestar muchísima atención. Al estar la
temperatura del agua muy elevada (en verano, suele estar en torno a los 37º), es mejor no superar
los 10 minutos, para evitar una vasodilatación que podría provocar problemas circulatorios y
bajadas de tensión, especialmente si la temperatura fuera del agua es igualmente elevada.
Watsu
Por la misma razón, si hace calor, se desaconseja el watsu, uno de los tratamientos que resultan más
agradables, y que favorece el contacto íntimo entre la mamá y el bebé. El watsu se basa en la
digitopresión realizada dentro de una piscina ("watsu" significa "water-shiatsu", es decir, "shiatsu en
el agua"). Este tratamiento es mejor hacerlo en otras épocas del año en las que no haga tanto calor,
cuando la temperatura del agua no supere los 36º y fuera del agua se esté más fresco.
Hidromasaje
Tampoco hay que acercarse demasiado a las burbujas del hidromasaje, puesto que el chorro del
agua podría resultar muy fuerte y provocar la rotura de los capilares de las piernas o, si se acerca a
la barriga, estimular las contracciones del útero.
Sauna y baño turco
No a la sauna y al baño turco durante el embarazo, puesto que el excesivo calor y la elevada tasa de
humedad podrían provocar bajadas de tensión.
Reflexología plantar
Durante el embarazo, es mejor evitar este tipo de tratamiento, puesto que, al tocarse los puntos
reflejos situados en la planta del pie intensamente, se podrían estimular los órganos abdominales, lo
que podría favorecer las contracciones uterinas. También porque los distintos puntos del pie están
tan cerca entre ellos que no es fácil evitar las zonas potencialmente peligrosas.
Cosméticos
Si el tratamiento lo requiere, siempre hay elegir cosméticos de origen natural y no utilizar los que
contengan componentes químicos o los aceites esenciales, pues pueden pasar la barrera placentaria
y llegar al bebé.

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