La fecha del parto se acerca y es normal
que tengas muchas preguntas. Resolvemos algunas de tus dudas con la
ayuda de nuestros expertos.
1. ¿Podré contar con la presencia de una persona querida hasta el final?
En la mayoría de hospitales tienes esta posibilidad, siempre y cuando el parto sea
vaginal, pero todavía no existe una normativa que garantice este
derecho. Lo ideal es preguntar al personal cuál es el protocolo del
hospital elegido para el parto.
2. ¿En caso de cesárea de urgencia, mi pareja podrá estar presente?
En la mayoría de hospitales, no. Sólo en algunos centros sanitarios los papás
pueden entrar en el quirófano, tanto si la cesárea ha sido programada
como si se ha decidido en el momento, ya que no existen
contraindicaciones. En caso de una intervención de urgencia, la cosa
cambia, ya que se debe actuar con rapidez y es difícil contemplar estos
factores.
3. ¿Puedo pedir la epidural en el último minuto?
En cualquier momento, puedes solicitar la anestesia epidural. Si, durante el embarazo,
no hubiera habido una consulta previa con el anestesista, éste haría
una valoración en ese mismo momento y pediría las pruebas analíticas
necesarias. Hay que tener en cuenta que todo esto retrasa la
administración de la epidural. Desde la administración de la anestesia
hasta el momento en que la mamá nota el alivio del dolor transcurren 30 minutos.
4. Después del nacimiento, ¿cuánto tarda en salir la placenta? ¿Duele?
Normalmente, la placenta se expulsa con rapidez, unos cinco minutos después del nacimiento del bebé,
y sin ningún dolor. La expulsión de la placenta se produce durante la
primera etapa del alumbramiento. El tiempo de espera para la expulsión
de ésta puede oscilar entre los 30 y los 60 minutos.
5. ¿Cuándo debe el bebé realizar su primera toma?
La
recomendación de la Organización Mundial de la Salud y de UNICEF es que
haya un contacto piel con piel inmediatamente después del nacimiento durante, al menos, una hora, hasta que el pequeño se coja al pecho. Puede ocurrir, sin embargo, que la primera toma se retrase porque el niño, que la mamá sostiene en brazos, tiene que ser explorado por el neonatólogo, además de lavarse y vestirse.
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