Durante el embarazo, es normal que se produzca un descenso de hemoglobina. Te explicamos qué alimentos contienen más hierro y cuándo recurrir a un complemento.
Sufrir anemia durante el embarazo es algo muy común, ya que, durante la gestación, los cambios hormonales provocan que los niveles de hemoglobina bajen. Los niveles de hierro en la sangre descienden, causando, en muchos casos, anemia. Por eso, es muy importante proporcionarle al organsimo un gran aporte de hierro. 

Si, durante el embarazo, el nivel de hierro baja de 10 g/dl, se habla de anemia gestacional, un trastorno que afecta al 40 por ciento de las futuras mamás. En ausencia de otras patologías, el problema suele deberse a una carencia de hierro. Para confirmarlo, es preciso medir el nivel de ferritina en la sangre.

Si es inferior a 10mg/ml, es necesario recargar las reservas naturales de hierro. En cualquier caso, es conveniente medir el nivel de ferritina tres veces en el transcurso del embarazo. Salvo en casos graves, no es perjudicial para el feto, sino únicamente para la madre, a la que provoca debilidad e irritabilidad. Se debe seguir una dieta rica en hierro, dando preferencia a alimentos como carne, pescado, huevos, cereales y legumbres. El mineral contenido en la carne, el pescado y los huevos se asimila más fácilmente que el vegetal y debe combinarse con el consumo de vitamina C, para favorecer su asimilación (es suficiente con un zumo de naranja).

Si la alimentación no basta para solucionar el problema, se puede recurrir a un complemento de hierro. Los más asimilables son los que contienen hierro trivalente, la misma forma química del mineral presente en la sangre, y debe tomarse en ayunas, distanciado de las comidas. Los complementos pueden dar ardor de estómago, estreñimiento o una excesiva motilidad intestinal. Sólo en estos casos los complementos se pueden tomar con el estómago vacío o con un antiácido. En el poco probable caso de que la mamá no tolerase el hierro por vía oral, se le puede administrar por vía endovenosa.
En el 0,5 por ciento de los casos, la anemia en el embarazo no se debe a una carencia de hierro, sino a la presencia de pocos glóbulos rojos de tamaño excesivo, lo que se conoce como anemia megaloblástica, en cuyo caso es conveniente tomar ácido fólico durante todo el embarazo (de todos modos, el consumo de ácido fólico está recomendado durante, al menos, dos meses antes de la concepción y durante el primer trimestre de embarazo, para prevenir los defectos del tubo neural).